domingo, 6 de junio de 2010

Ocaso perfecto cual divina escultura,
tu piel rozando a contraluz
mi amargo corazón lleno de disturbio y melancolia
Entierrame bajo un arbol donde jures devocion eterna
al agravio e mi sueño mortuorio
y ten compación de la compilación de recuerdos nuestros
ya a tu odio ahogalo en tu rio de sufrimiento
piensa que, aunque me quieras no hubo un reencuentro,
que el reino de las sombras se apodere de tu cuerpo.
Sal a la luz dulce pajarito intenta desgarrar el velo
iluso de dolor, mantenlo bajo recuerdos
alusivos a la tentacion..

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